sábado, 27 de diciembre de 2014

Mis 22 hábitos para el 2015




1. Mantenga siempre el sentido del humor.
2. Nunca se crea demasiado bueno para empezar desde el principio.
3. Haga ejercicio todos los días, incluso cuando no le apetezca.
4. No gaste más dinero del que gana.
5. Beba zumo de cítricos todos los días.
6. El amor a primera vista no es una fábula.
7. Tener un trabajo malo es mejor que no tener ninguno.
8. No malgaste la comida. Cómaselo todo.
9. Su familia es lo más preciado que jamás tendrá.
10. NO coma embutidos todos los días. Yo lo hago y me siento bien.
11. Su vida es delicada. Si se descuida, la podría echar a perder. 
12. No tenga miedo a ser como realmente es.
13. Todo el mundo tiene demasiada ropa. Póngase lo que ya tenga y deje de comprar.
14. Uno debe ser capaz de perdonar, aunque sea difícil.
15. Busque el lado gracioso de cada situación.
16. Si tiene un problema, no posponga el momento de encontrar la solución. Pero si no hay forma de resolverlo, simplemente olvídelo.
17. Haga lo que realmente le apasiona. No tenga miedo de seguir sus sueños.
18. La educación es importante, pero no necesaria. La vida puede ser una educación por sí misma.
19. Explore su propio mundo y mantenga vivo el deseo de aprender.
20. No se tome a sí mismo demasiado en serio.
21. Tenga sentido común. Piense en la respuesta más razonable para cada situación. Si no tiene sentido común, está usted acabado.
22. La vida es un regalo que debe desenvolver. Usted tiene el poder de tomar esa decisión.

viernes, 19 de diciembre de 2014

Carta a Fernando


Elan Aguilar*
Cuento. Texto Completo D.R.*

Ya viéndolo a la distancia, aunque quizá no sea la palabra adecuada, corrijo y pido una disculpa, ya pasados los días, he podido reflexionar y bueno, quizá en parte se deba al maltrato que recibí de pequeña, ya sabes, decir que se viene de una familia disfuncional da por concluido cualquier tipo de reflexión más profunda que pudiera devenir en señalamientos a otras razones como la educación pública, la programación religiosa o la programación consumista. Vengo de familia disfuncional y eso deja tranquilo a todos. Pero déjame decir que si estábamos ahí reunidos era con un fin, buscamos la forma de ser escuchados, auxiliados por un ente superior, que nos diera la oportunidad de obtener recursos, porque nos estábamos muriendo de hambre. No íbamos a dedicarnos a hacer cosas ilícitas porque no queríamos darte ese ejemplo, te amamos y lo que queríamos era que al vernos, perdón, que al escuchar de tus padres te sientas orgulloso. Siempre estaba ahí presente la oportunidad: se presentaban a ofrecernos trabajos ilícitos, pero tu padre nunca acepto. Yo menos. Pobres pero honrados, pobres, con hambre, sin servicios públicos, sin casa propia, sin ingreso, sin seguro social, sin cuenta en el banco, sin trabajo fijo, pero nunca malandros hijo. Tú tía fue la que un día me hablo de rezarle a otras deidades para que nos diera todo lo que tú mereces. Sólo queríamos lo mejor para ti. Ya sabes cómo son en los medios, todo lo que quieren es dar la nota, vender sus mugres, llamar la atención del caminante, como la marchanta que grita “¡Pásele güerita! ¡Aquí tenemos sus aguacates bien baratos, dulces y maduros!” Y uno ni esta güerita ni necesita aguacates pero ya te ensartaron uno, perdón, ya te vendieron uno. Así es esa gente que vende noticias, a ellos no les interesa el motivo de la gente para hacer tal o cual cosa, ellos dirán que eso a ellos no les corresponde, pero si les corresponde andar haciendo negocio con la desgracia de la gente y eso no lo ponen en primera plana, no lo dicen. Son peores que uno. Yo te amo hijo. Y bueno, este día me permitieron salir al patio, nos dieron el día libre y me permitieron escribirte esta carta. Y bueno, hijito Fernando, debes saber que lo que sucedió no fue más que la desesperación en la que nos encontrábamos y cuando interrumpías durante los rezos, sentí la angustia de que nuestros ruegos y suplicas ya no fueran a ser oídas y de nada sirviera todo el esfuerzo que hicimos para comprar las velas y los menjurjes que nos pidieron para la limpia. A nadie deseo que pase la desesperación y la angustia de cómo va a vivir cada día y mañana, como nosotros estuvimos. Pero supe cuando naciste que eras nuestra bendición. Nunca hubiera deseado hacerte un daño hijo, pero hoy tras las rejas nada nos falta. Espero que esta carta llegue a ti y te la lean. Tengo entendido que hoy tú también vives con comodidad. Si un día quieres venir a verme, o mejor dicho, visitarme, siempre te estaré esperando. Perdóname hijo por el daño que te cometí.

Te quiere mamá.

lunes, 8 de diciembre de 2014

Casa Allende


PRIMERA PARTE

Me recuerdas a José
todos hablando de María
y de ti una chingada.
Nunca decías nada.
Me enseñabas que era mejor
acciones que palabras.

Siempre apoyaste a la gente
aunque no recibieras nada.
Tan sólo incomprensión.
Pero sé que ni lo consideras,
sólo el amor de los tuyos.

No morirás, las gentes como tú
nunca mueren.
En el amor de tus hijos,
no morirás.
En tu devota esposa,
no morirás.
En la tierra y en el cielo,
no morirás.
En tu madre, y en tu padre,
no morirás.
En el corazón de tu nuera,
no morirás.
En viernes de la semana,
no morirás.
Eres fuerte, tenaz, voluntarioso
no podrás morir.
Se quedan tus ramas,
para dar ejemplo sin reposo.

Sabes bien que sobran las palabras,
estas en paz y nosotros también.
Tu rostro sereno ayer me lo dijo.
Toda una vida, de amor, cuidados,
¿Y cuando me enseñaste a nadar?
Tú que tanto amaste la vida papito,
también me enseñaste que la muerte
es sólo un pretexto,
para reunirnos a todos.
Y estas palabras no son poema.
Es una confesión que te hago,
como me confesaste que todos
Para morir nacimos.

Me acostumbre a tu imagen fuerte,
saludable y de buen comer,
con tu gusto de niño por las
alegrías y las palanquetas,
la nieve y los cacahuates.
El bacalao de fin de año,
me lo comeré por ti.
Ya deberías saberlo y si no te digo,
Que me aleje de ti voluntariamente,
Para guardarte siempre en mí recuerdo.

ELAN AGUILAR