miércoles, 5 de agosto de 2015

Obediencia o Rebeldía III


 

¿Por qué es tan difícil desobedecer? Porque desobedecer conlleva un acto de CONCIENCIA y precisa del desarrollo integral de la persona.

La libertad y la capacidad de desobediencia son inseparables; por lo que cualquier sistema social, político y/o religioso que proclame libertad pero reprima la desobediencia, no puede ser sincero. En la medida que faltan personas independientes y emprendedoras, es la medida de la sumisión al poder de la sociedad.

El sistema económico actual ¿Qué tipo de hombres requiere para funcionar? Hombres ávidos por trabajar, disciplinados y puntuales, y su mayor interés el lucro monetario. Este carácter social es el fomentado y reforzado por todos los medios de influencia accesibles: educación, religión, música, hábitos, nuevas tecnologías y la literatura misma, casos actuales de novelas juveniles que intercalan en la trama menciones de marcas y hábitos de consumo; y por encima de estos, los métodos familiares para criar a los niños. Debido a la influencia de los padres que ejercen en el carácter del futuro ciudadano. Los padres son pues, primordialmente los “agentes de la sociedad”. Esa sociedad deseable que ha logrado moldear la estructura del carácter del hombre común a grado tal que hace lo que debe hacer, y se siente satisfecho con las condiciones que le impone la sociedad, cualquiera que estas sean.

Los primeros años del desarrollo del hombre, se caracterizan por su NECESIDAD de asimilar (cosas) y socializar (gente) y se espera que al alcanzar el estado de madurez, que es el estado mental de integridad antes que un estado físico por la edad, su tendencia pasional o infantil hacia los objetos y su necesidad de relacionarse se transforme por la asimilación de principios y el interés genuino por los otros. ¿Por qué existe, estadísticamente una mayoría inmadura obsesionada con sus pasiones primarias? ¿Por qué se dificulta tanto dar el salto cualitativo del ser?

Podemos observar que además de la fuerza de los instintos, el hombre debe luchar ante la estructura social que le impone el sistema económico a grado tal que “le gusta hacer lo que debe hacer” y éste se siente satisfecho con las condiciones sociales impuestas. En otras palabras “Puede hacer todo lo que quiere porque sólo quiere lo que puede hacer”.

Las personas que padecen una enfermedad terminal podrán hablar de libertad, de anhelar ser libres de su padecimiento, pero la mayoría que no lo padece difícilmente piensa en el concepto de libertad o que se consideré preso de sus propios hábitos, y tomar consciencia de ser esclavo de los efectos de su hastío y pasividad, y donde el apetito satisfecho se convierte en el sentido de la vida. La libertad para consumir se transforma en la esencia de la libertad humana. Un ejemplo actual: la “nueva” relación EUA-CUBA, donde muchos celebran el acceso que se tendrá los productos de las transnacionales que antes no había acceso como a los refrescos de cola. Tal es, una libertad ficticia o fraudulenta ante las libertades vitales no sólo de los cubanos, como lo es la libertad de movilidad o fronteras.  
Elan Aguilar.



Nota: Te compartimos una nota periodística: “Imperio y colonialismo. El futuro de África lo siguen decidiendo los ricos en Londres”